Scones

Los scones son unos panecillos dulces de origen escocés, muy populares en el Reino Unido y habituales acompañantes del clásico té inglés.

Lo típico es tomarlos (preferiblemente recién hechos y aún calientes) con mermelada de frambuesa y clotted cream, una nata cuajada especialidad de la zona suroeste inglesa de Devon.


A menudo se hacen con pasas u otras frutas secas. La receta que he probado es muy sencilla de hacer y se le pueden añadir pasas, canela, etc. al gusto.




Ingredientes:
225g de harina para bizcochos (ya lleva añadida levadura)
una pizca de sal
55 g de mantequilla
25 g de azúcar caster (o azúcar blanco pasado por la picadora para que esté finito)
150 ml de leche entera
1 huevo batido

Preparación:
• Calentar el horno a 220ºC y poner papel de hornear sobre una bandeja
• Mezclar la harina y la sal. Cortar la mantequilla a taquitos y mezclarla con la harina a mano hasta que se formen "migas".
• Mezclar el azúcar y añadir la leche hasta tener una masa blanda (será bastante húmeda).
• Enharinar una superficie de amasado. Volcar la masa sobre ella y amasar, añadiendo harina si es necesario para que no se pegue. Formar una bola y aplanar. Extender hasta que tenga 2 cm de espesor.
• Con un molde metálico o vasito de unos 5 cm de diámetro, ir cortando círculos en la masa. Seguir extendiendo y cortando (salen unos 12 scones).
• Pintar la superficie con el huevo batido. Hornear de 12 a 15 minutos hasta que hayan subido y estén dorados.

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