Museo de Historia Natural de Viena

El Museo de Historia Natural de Viena (Naturhistorisches Museum) abrió en 1889 como Museo Imperial de Historia Natural, al mismo tiempo que el Kunsthistorisches Museum que hay enfrente, o Museo de Historia del Arte. Ambos tienen fachadas idénticas y se construyeron (como otros museos de la ciudad) para albergar las colecciones imperiales.

Después de haber visitado los fantásticos Museos de Historia Natural de Nueva York, Washington D.C., Harvard y Oxford, he de decir que el de Viena ha pasado a ser mi favorito. No solo alberga la Venus de Willendorf, un esqueleto de un Diplodocus o una colección inmensa de insectos del siglo XVIII... el edificio en sí es una maravilla arquitectónica y los detalles de cada sala son una preciosidad.

El museo se compone de 40 salas con más de 30 millones de especímenes y objetos que lo convierten en uno de los museos más importantes de Europa... y uno de los más divertidos. Yo desde luego lo pasé genial. Las colecciones de minerales, animales disecados y piezas únicas relacionadas con el imperio austro-húngaro lo hacen una visita obligada.

Os dejo con esta visita virtual al museo y algunas fotos de mi visita.






{Medio mamut, en la misma sala que la Venus de Willenford}

{La Venus de Willendorf —con 25,000 añetes y así está de guapa}

{Esta sala tiene sorpresa: el Allosaurus fragilis que veis está animado (y es muy realista, oye)}




{Ramo de piedras preciosas que la emperatriz Maria Theresia le regaló a su marido}








{Cangrejos gigantes japoneses, regalo del emperador de Japón al emperador Franz Joseph}





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1 comentario:

  1. ¡Qué buenas fotos!. Ya te había dicho en un comentario anterior que me gustan mucho los museos de Viena. Son grandiosos. Claro, hay que entender que cuando se construyeron, Viena era la capital de un imperio, similar a Londres o a París. Hoy en dia, sorprende ver una cosa así en la capital de un pequeño pais. A mí me encanta Viena (aunque otra cosa sean los vieneses)

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